Déjame navegar en tu planeta, agua

«Debes saber en primer lugar que cada cosa que tiene un rostro manifiesto posee también uno oculto»

Georges Bataille


Enrique Vila-Matas, Juan Rulfo, y Henry Miller, escribieron prosa y verso sobre temas pornográficos en algún momento, y vaya uno a saber, si otros escritores no se sintieron tentados a lo mismo, creando, bajo el término más culto de, erotismo. Nada extraño para el mundo literario, ni nada escandaloso para el lector de una sola mano, por supuesto, pues la palabra es la horma de la idea, y la idea es hija de la imaginación. ¿No es cuando se prohíbe algo que la imaginación encuentra más eco y más caminos para verse realizada a sí misma?

Como sea.

Todo tiene que ver con el efecto de la imagen, del sonido, de la palabra, en el espectador, tal como lo anunciaba Boris Vian en su conferencia Utilidad de una literatura erótica. De ahí su posterior enseñar deleitando, libre de miedos infundados o estigmas hacia el autor erótico, pues los textos de este género deben calentar, divertir y subvertir al lector. Por ello es que responder la cuestión ¿Es lo mismo estar desnudo que estar sin ropa? Constituye el inicio para diferenciar los géneros de pornografía vulgar o culta; y erotismo fenomenológico y erotismo literario.  División, que, aunque nos devanemos los sesos, no son, ni serán la misma cosa. A cada uno, su público. A cada uno su estilo y su propaganda.

Como sea, la salvedad es que el erotismo literario, cuya palabra es ya un mundo en sí mismo, no es desfasado. Se ha trabajado en pintura, en escultura, en el teatro del Marqués de Sade, en los grabados de Katsushika Hokusai, en los diarios de J. J Rousseau, en la narrativa de Marco Aurelio Denegri, en la poética de Pierre Klossowski, y un largo etcétera de erotómanos que han apostado por la expresión directa y sugerente, sin pena y con gloria.

Este esbozo sobre lo erótico, lo pornográfico, de lo ya, pero todavía no, de la epilepsia divina, de la sangre que hierbe, es el camino introductorio para presentar el subtítulo Cuatro escritos pornográficos y una salvedad, que el poeta, genio y mártir bogotano Andrés Barbosa Vivas, ha plasmado en su monumental libro «Corazón de Partisano» (2021). Los 346 poemas restantes anidados en este tomo tienen público, voz, corazón, interpretación, sin embargo, las cuatro composiciones elegidas que nos convocan, y que llaman desde un rincón, son una fenomenología del deseo de un lector desprevenido.

Por ende, no sabría decir si Andrés Barbosa Vivas era un erotómano, ya que poeta, sí era, y en extremo, bueno, como sea, José Luis Díaz Granados, el prologuista de «Corazón de Partisano», ya nos dice: «Desde sus inicios [refiriéndose al joven autor] vemos cómo va adquiriendo un lenguaje coloquial no exento de elemental sabiduría y discretos vaticinios, donde recrea amoríos fugaces florecidos de erotismo tronante y acontecimientos retenidos en la indeleble memoria, aventuras narrativas que danzan como bandadas de ecos, entre floraciones oscuras y aterciopeladas.»

Y nos sorprende esta impronta, pues Andrés Barbosa fue (y es) un universo poético donde cabe lo bello, lo triste, lo justo, lo trivial, lo denso, y también lo pornográfico, lo erótico, lo sensual, como se evidencia en los otros poemas de su libro «Corazón de Partisano», intitulados: Pies de mujer, Me recubres, mientras danza desnuda, en la noche, Chica de muchos, Oh felación, Relato erótico, Erecciones, Mano de mujer, Por lo sexual es más que el agente naranja, El ano, Nadando en mares de lujuria, Economía política del sexo, y otros versos más que no pasan desapercibidos para el lector intelectualmente fogoso e imaginativo.

Sin más, es necesario afirmar que estos poemas reunidos bajo el subtítulo Cuatro escritos pornográficos y una salvedad, solo existen en la mente del erotómano que conozca la temática con previa delectación, y solo podrán leerse como un capital erótico, lo demás, es pura imaginación o lectura de una sola mano. Adelante.


BRANDI BELLE

Llena nuestras vidas de orgasmos
a estos ángeles inconfesos de la noche
das orgasmos.


Tu nombre es una canción y tu trasero
la cola delirante donde tiritan las ausencias
del corazón ardiente que no ha de latir.


Ven a los utensilios de la casa
o al lecho arrebujado de algún furgón
como ángeles que pierden sus alas desde lo alto
en las tardes alcoholizada cantaremos tu canción.


Brindaremos con vida tu belleza
bañaremos en ardores la excitación
nuestra progenie estará tiesa y fría,
como si alguna vez hubiese existido
¡No habrá razón alguna para evadirte sinrazón!


CARMELA BRING

Hembra de sexo furioso
con los senos como ejércitos preciosos
bajo el traje de oficinistas
sabemos cómo terminará…


Mujer profusa
como si vinieras de las estirpes ejercitadas y guerreras
anhelo de la niñez callada
imagen de la más grande ensoñación…


Sobre un lecho improvisado
hasta tus gemidos femeninos son gruesos.
Giras en poco entre caricias
y tus miríficas boobies puedo ver
inefables como planetas
cálidas como la sed del ternero
sensibles como la piel de la rosa
y tu pierna ¡Oh, Carmella!


Cuando en la mañana
acunas en placer
como un gusano de seda y cuando llegan las rompientes
todo el universo se conmociona
lo que cubre la historia descubre la rebeldía
y en el silencio las hogueras mojadas se hacen descanso
y en la oscuridad
máculas sapientes que me acompañarán
a rebatir mañanas o a medir océanos.


Déjame navegar en tu planeta
agua.
En el último instante
cuando faltas
la ausencia es tan grande como el delírium trémens
o como el síndrome de abstinencia de la cocaína
en viento gélido que recorre la espalda
desde la nuca hasta el cóccix
el sudor trémulo que empapa la piel
como si alguna vez hubieran estado tus manos
en mi cuerpo más allá de la ausencia y la desdicha.


CARMEN COCKS

Rubia del frescor y el donaire
haciendo un striptease.
Va
seduce
su precioso trasero
levantado por el blue jean.
Mira
gira
el cisne artístico del sexo.


Sus formas naturales
joviales
repasadas por sus manos
hasta la clara fuente del anuncio.
Sus gemidos
la alegría de tenerla.
Va
seduce;
sus senos
ceñidos libres
bajo la blusa de lycra.


Levanta las cejas
te mira
mientras yace
coordina movimientos
llega a donde le pide
va y desata
gime
el ritmo diverso
el destino de la voz
que incinera y se pierde
que incinera.


Carmen
primor que folla
sutil
placentero.
Va
Seduce
su precioso trasero.
Y la felación
como un suspiro raudo
en que cabe el universo
en que cabe en una sola
delicia y muerte.


LIZ VICIOUS

Vamos caminando a una región subterránea
cada día y a toda hora
un destino largo como el horizonte
y profundo como la conciencia.


Vamos caminando por la región de las creencias
soñando que al final seremos diferentes de las rosas
del polvo o del viento
de la inquietud incesante de las causas enajenadas.


En medio estás en una casa estacionaria
como si vinieras del fondo de la tierra
sin más luz que tus cabellos
tu piel, tus ojos siempre abiertos.


Dándome la espalda, tras el lago de la inocencia
el cabello grande como la soledad
tocado por manos antiguas hacia un solo hombro
y bajo los ojos a sombra de la noche invitándome.


Verdes como las manzanas ácidas
miran lo que siento.
Tú no crees
vives el instante gozoso ante la muerte.


Eres la novia ritual fugitiva
y no hay culpa que te halle
y no hay luz que te abarque
desvistiéndote ante el espejo.


Como si no estuviera
¿A razón de qué los astros se desvisten en la noche
y esperan a la vera del camino?
¡Tan tarde llegan las preguntas a la sorpresa
a los dolores perpetuos, al fin de los tiempos!

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